viernes, 18 de septiembre de 2015

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El propio compositor describía así el significado de esta su obra inmortal:

El Moldava. (Vltava en checo). “La composición describe el curso del río Moldava: su nacimiento en dos pequeños manantiales, el Moldava Frío y el Moldava Caliente, su unión, el discurrir a través de bosques y pastizales, a través de paisajes donde se celebra una boda campesina, la danza de las náyades a la luz de la luna… En las cercanías del río se alzan castillos orgullosos, palacios y ruinas. El Moldava se precipita en los Rápidos de San Juan, y después se ensancha de nuevo y fluye apacible hacia Praga, pasa ante el castillo de Vysehrad, y se desvanece majestuosamente en la distancia, hacia su desembocadura en el río Elba.”

En el maravilloso comienzo primero las flautas, acompañadas al poco por los clarinetes en canon, remedan el nacimiento de sus dos fuentes, hasta que en el minuto 1:05 se reúnen sus aguas para que aparezca finalmente el auténtico Moldava, con su famoso leit-motiv. Hacia el minuto 11:40, tras pasar por los Rápidos de San Juan (oíd a la percusión remedando el retumbar de las aguas cuando se despeña por las cascadas), el río llega por fin a la altura del castillo de Vysehrad, a las afueras en Praga. (Esto se sabe porque suenan las mismas notas que se oyen en el poema sinfónico 1º del mismo ciclo dedicado al castillo, pero ahora todo mucho más lento, más majestuoso y adornado, como la ocasión requiere) y finalmente el paso por Praga, con el río fluyendo tranquilo hacia el horizonte para terminar con dos acordes definitivos.

Fuente:

http://eltamiz.com/elcedazo/2011/05/02/historia-de-un-ignorante-ma-non-troppo%E2%80%A6-mi-patria-de-bedrich-smetana/


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