
Después del triunfo de su última ópera, Guillermo Tell, Rossini renunció a componer para el teatro, retirándose a su casa de Parigi para curar de un agotamiento nervioso. A pesar de esta enfermedad, no estuvo inactivo y compuso diversas obras de música sagrada y profana, y entre estas últimas se cuentan las Soirées musicales (veladas musicales).
Los Soirées son páginas de música que saltan de un tema a otro, desde lo romántico a lo campechano, del lirismo puro al drama de los marineros.
En esta 9ª canción, La Danza, subtitulada Tarantella Napolitana, asistimos al espléndido homenaje que el compositor dedica a la ciudad de Nápoles y es la más famosa de estas 12 canciones.
Fuente: Internet.
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